¿Qué es la pericoronaritis?
La pericoronaritis es la inflamación de la encía, la cual suele esta acompañada de un proceso infeccioso, es una patología dolorosa. Esta afección suele aparecer con la erupción de algún molar, cuando el diente en su proceso de erupción normal no tiene suficiente espacio para salir, y queda atrapado en el tejido periodontal (semiincluido)
Es más común que ocurra con la erupción de los terceros molares en los adultos y en los niños con la erupción del primer molar permanente.
Tipos de pericoronaritis
La pericoronaritis puede ser:
- Pericoronaritis aguda congestiva o serosa: Es una forma inicial de inflamación que afecta los tejidos que rodean un diente parcialmente erupcionado, como una muela del juicio. En esta etapa, los tejidos están hinchados y enrojecidos debido a la acumulación de líquidos (serosa) y congestión de los vasos sanguíneos. Los síntomas incluyen dolor moderado, inflamación y molestias al masticar. A diferencia de la pericoronaritis purulenta, no hay presencia de pus, pero si no se trata, puede progresar a una infección más severa. El tratamiento suele incluir la limpieza cuidadosa de la zona y el uso de antiinflamatorios.
- Pericoronaritis aguda supurativa: Es una forma avanzada y más grave de pericoronaritis, donde la inflamación de los tejidos que rodean un diente parcialmente erupcionado, como una muela del juicio, se complica con una infección bacteriana que produce pus. Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón significativa, enrojecimiento, y, en algunos casos, fiebre y malestar general. La presencia de pus puede generar un mal sabor de boca y mal aliento. Este tipo de pericoronaritis requiere tratamiento inmediato, que suele incluir el drenaje del pus, limpieza profunda de la zona afectada, y la administración de antibióticos para controlar la infección.
- Pericoronaritis crónica: Este tipo se desarrolla lentamente y sus síntomas pueden ser menos intensos que los de la forma aguda. Los pacientes pueden experimentar molestias intermitentes, lo que a veces lleva a ignorar la afección hasta que se agrava.
Síntomas de la pericoronaritis
Síntomas:
- Trismus o limitación a la apertura bucal
- Halitosis.
- Inflamación del tejido pericoronario.
- Supuración purulenta
- se puede extender a las zonas próximas de la mucosa oral e incluso a la faringe, ocasionando una sintomatología similar a la de una amigdalitis
- Dolor punzante.
- Dificultad a la masticación.
- Dificultad para tragar o disfagia.
- Inflamación ganglionar: suelen ser los ganglios submandibulares.
- Malestar general
- Estado febril.
Complicaciones de la pericoronaritis no tratada
Si la pericoronaritis no se trata de manera oportuna, pueden surgir complicaciones que afecten no solo la salud bucal, sino también la salud general:
- Absceso Pericoronal: Una de las complicaciones más comunes, donde se forma una acumulación de pus en la zona afectada, lo que puede causar dolor intenso y fiebre.
- Celulitis Facial: La infección puede extenderse a los tejidos blandos de la cara y el cuello, provocando una inflamación dolorosa y, en algunos casos, dificultad para respirar.
- Osteomielitis: Infección que se extiende al hueso mandibular, lo que puede llevar a la necrosis del tejido óseo y requerir un tratamiento quirúrgico complejo.
- Impacto en la Calidad de Vida: El dolor crónico y las dificultades para masticar pueden afectar la calidad de vida del paciente, provocando problemas en la alimentación y el descanso.
Factores de riesgo de la pericoronaritis
Además de la erupción de las muelas del juicio, existen otros factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar pericoronaritis:
- Higiene bucal deficiente: La acumulación de bacterias y restos de comida en la cavidad oral aumenta el riesgo de infecciones.
- Inmunidad baja: Personas con sistemas inmunológicos debilitados, ya sea por enfermedades crónicas o por otros factores, tienen una mayor susceptibilidad a desarrollar infecciones.
- Desalineación dental: Los dientes que no erupcionan correctamente o que están mal alineados pueden dificultar la limpieza y promover la acumulación de bacterias.
Prevención de la pericoronaritis
Para evitar la aparición de la pericoronaritis, es recomendable seguir ciertas prácticas de higiene y cuidado dental:
- Mantener una higiene bucal rigurosa: Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental y enjuague bucal para eliminar restos de alimentos y bacterias.
- Visitas regulares al dentista: Realizar chequeos dentales periódicos para monitorizar la erupción de los dientes del juicio y tratar cualquier signo de inflamación desde el principio.
- Extracción preventiva: En algunos casos, los dentistas pueden recomendar la extracción de las muelas del juicio antes de que causen problemas, especialmente si no hay suficiente espacio en la mandíbula o si el diente está mal posicionado.
Tratamiento de la pericoronaritis
Lo indicado es comenzar con terapia antibiótica y antinflamatoria, la cual tiene por fin reducir la infección, la inflamación y el dolor. Seguidamente es recomendable realizar la limpieza de la zona, con un cepillo suave y complementándolo con enjuagues con clorhexidina.
Una vez tengamos la mejoría necesaria se valorará la remoción del tejido pericoronario que cubre a la muela en proceso de erupción, y en casos donde no exista el espacio suficiente para su erupción (como es el caso de los terceros molares) se recomiendo la extracción del mismo.
Cuidados posteriores al tratamiento
Después de tratar la pericoronaritis, es crucial seguir ciertos cuidados para asegurar una recuperación completa y prevenir futuras infecciones:
- Seguir las indicaciones del dentista: Cumplir con la medicación prescrita y asistir a las citas de seguimiento para evaluar la evolución de la cicatrización.
- Evitar alimentos duros y picantes: Durante la fase de recuperación, es recomendable consumir alimentos blandos que no irriten la zona afectada.
- Mantener la zona limpia: Realizar enjuagues con soluciones antisépticas según las indicaciones del dentista para prevenir infecciones secundarias.
Relación entre la pericoronaritis y las muelas del juicio
La pericoronaritis está estrechamente relacionada con las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares. Estas son las últimas piezas dentales en erupcionar, generalmente entre los 17 y 25 años. Dado que en muchos casos no hay suficiente espacio en la mandíbula para que estos dientes salgan completamente, es común que queden parcialmente erupcionados o impactados bajo las encías.
Cuando una muela del juicio queda parcialmente cubierta por la encía, se forma un pequeño colgajo de tejido llamado opérculo. Este espacio crea un ambiente ideal para la acumulación de restos de comida y bacterias, lo que puede llevar a una infección local y, posteriormente, a la pericoronaritis. Los síntomas suelen incluir dolor, hinchazón y dificultad para abrir la boca, lo que afecta la calidad de vida del paciente.
La pericoronaritis es particularmente frecuente en los terceros molares inferiores debido a la anatomía y la posición de estos dientes en la boca. Si no se trata a tiempo, la infección puede extenderse a los tejidos circundantes y provocar complicaciones más serias, como abscesos o incluso infecciones sistémicas. Por esta razón, las muelas del juicio que no tienen suficiente espacio para erupcionar correctamente son a menudo extraídas como medida preventiva.